Son fechas para celebrar.
Para brindar porque estamos, entre todos, construyendo un mundo mejor y más solidario.
Niños y niñas han ido mejorando poco a poco.
Como Alejandro, un niño con TDH que recibió terapia durante el pasado curso y su mejora y recuperación fue tan notable que al finalizar el año, ya se le pudo dar el al
O como Mónica, que comenzó su terapia con escaso control de su columna vertebral, ha presentado tal evolución que todo el equipo de la fundación nos sentimos emocionados.