Un blanquísimo manto blanco cubre las pistas de la hípica adaptada de la Fundación Federica Cerdá.
La imagen es preciosa, pero nos apena no poder realizar las sesiones de hipoterapia con los niños que acuden a la fundación cada semana.
Tejados, vallas, padocks, …. todo lo que ha encontrado a su paso, lo ha cubierto de brillante nieve. Las ramas de los árboles casi se tronchan por su peso y el piso cruje cuando caminas sobre él.
Todo está precioso y los caballos disfrutan trotando sobre la nieve, saltan y juegan como si de niños se tratara.
Esperaremos impacientes a que mejore el tiempo, así, nuestros niños y jóvenes podrán reiniciar sus sesiones de hipoterapia.