Mónica es una de nuestras »amazonas», sentimos por ella un cariño especial y nos emocionamos cada vez que se sube a un caballo, porque para ella, los caballos son parte de su vida. Su vida.
El primer día que Mónica se subió a un caballo en la Fundación Federica Cerdá, todo el equipo vivimos con ella su ilusión y su alegría. Nadie se perdió aquella entrañable experiencia.
Muchos meses han pasado desde aquel día y la evolución de Mónica es espectacular. La hipoterapia como actividad rehabilitadora y terapéutica ha comenzado a dar sus frutos y en Mónica, podemos observar, entre otros muchos aspectos, como su postura se ha enderezado y ha fortalecido notoriamente su tono muscular.
Ver a Mónica subida al caballo sin Teresa a sus espaldas, nos anima a seguir insistiendo a todos aquellas familias que viven con personas con algún tipo de discapacidad a mejorar su calidad de vida.
Desde aquí, queremos hacerle llegar nuestro aplauso, nuestro apoyo, nuestro cariño y sobre todo, demostrarle nuestro inmenso orgullo.
Un beso, Moni.