Las exigencias de la Hipoterapia desafían al niño (paciente) a controlar la posición de su cuerpo, su equilibrio y a activar todas sus entradas sensoriales.
A medida que el caballo avanza, en cada paso, obliga al niño a inclinar su cuerpo lateralmente para uno y otro lado, exigiendo de este modo, el uso de múltiples grupos de músculos, abdominales, espalda, ….
El montar a caballo es la sensación más cercana a caminar que algunos de los niños podrán experimentar al estar confinados a una silla de ruedas. Este tipo de paciente, rara vez ha tenido la oportunidad de desplazarse a través del espacio de forma natural, rítmica y simétrica .